Reglas de seguridad:
Como en muchos otros deportes, la participación segura en una partida de paintball exige el respeto de unas reglas de seguridad adecuadas. Cuando éstas se siguen, el paintball es extremadamente seguro, con una tasa de heridas de sólo 0,2 por cada 1.000 partidas.[9] La probabilidad de resultar herido en otros deportes de equipo populares es mucho mayor, por ejemplo, unas 12 veces más altas para el fútbol y 7 veces más altas para el béisbol. También se dice que el paintball es más seguro incluso que el golf y los bolos en términos de heridas por jugador.
Máscara protectora:
La regla de seguridad más importante del paintball es que todos los jugadores deben llevar una máscara protectora, normalmente de plástico que cubre toda la cara y se curva sobre las orejas, en todo momento cuando juega o se está cerca de marcadoras sin bloqueo de cañón. Aunque las bolas de pintura no producen heridas permanentes en la mayor parte del cuerpo, los ojos, y en menor medida los oídos, son vulnerables a heridas graves si les impacta una bola de pintura. Las máscaras de paintball se diseñan especialmente para este deporte y son capaces de soportar el impacto directo de una bola de pintura a 90 m/s. Las instalaciones comerciales de paintball exigen a los jugadores llevar una máscara específicamente diseñada para este deporte que suele ser de un plástico duro o metal ligero.
Eliminación de los jugadores:
Los jugadores se eliminan unos a los otros del juego alcanzando a sus oponentes con una bola de pintura que se rompa al impactar contra ellos y les deje una marca de pintura visible. Las reglas acerca del tamaño que ha de tener una marca de pintura para considerarse un impacto válido pueden variar, pero no cuentan las marcas de pintura dejadas por una bola que se rompa contra cualquier otro objeto antes de alcanzar al jugador, lo que se conoce como salpicadura. Cuando un jugador es marcado, se le elimina de la partida.
La mayoría de las reglas consideran válidos los blancos en cualquier parte del cuerpo, la ropa, el equipo o cualquier objeto que el jugador lleve o vista. Esto incluye los pies, la marcadora, la mochila o un objeto tomado del campo. Algunas variantes no consideran los blancos sobre la marcadora o la cabeza, o sobre algunas zonas del cuerpo, como cualquiera salvo el torso, o exigen más de un blanco en ciertas zonas del cuerpo para que el jugador sea eliminado. Estas reglas especiales deben acordarse al inicio de las partidas.
Si un jugador no está seguro de si una marca que han recibido es un blanco válido o no, bien porque la marca proceda de una salpicadura, porque no puedan ver la parte del cuerpo donde fueron alcanzados o porque el disparo proceda de una jugador que ya haya sido eliminado, puede pedir a un árbitro o a un compañero que determine si el blanco es válido o no. Esta acción se denomina paint check (‘prueba de pintura’) y suele solicitarse gritando estas palabras a un árbitro cercano. Algunas reglas permiten que el árbitro declare neutral a un jugador durante un paint check de forma que pueda examinarlo más de cerca, ya que cuando un jugador es neutral, debe dejar momentáneamente la partida mientras es examinado, de forma que no puede disparar ni puede disparársele.
Los jugadores también pueden ser eliminados de la partida por otras razones, como por ejemplo autoeliminarse gritándolo, ser alcanzados por granadas o minas de pintura (si el juego permite su uso), o por una infracción, como salirse del campo o abandonar el punto de partida antes del comienzo de la misma.
Dado que los jugadores que se declaran eliminados lo son incluso aunque no hayan sido realmente alcanzados, los jugadores deben siempre comprobar que una bola de pintura que les haya alcanzado llegó a dejarles una marca. Una bola de pintura puede alcanzar el cuerpo de un jugador sin romperse, lo que no supone un blanco. Los jugadores también pueden solicitar un paint check del oponente si creen que el alcanzado, especialmente si éste parece no haberse dado cuenta o intenta ocultar o eliminar un blanco. Eliminar una marca de pintura y seguir jugando es una trampa grave conocida habitualmente como wiping (‘limpieza’) que suele acarrear graves penalizaciones, incluyendo la prohibición permanente de acceder a la instalación comercial de paintball. En los torneos suele aplicarse una penalización «3 por 1», donde se elimina del juego al infractor y a otros tres compañeros de equipo más.
Rendición:
Algunas reglas exigen que un jugador a cierta distancia de un oponente que no le haya visto (normalmente de 3 a 5 m) debe pedir a éste que se rinda (gritándole una frase previamente acordada) antes de dispararle. Si el oponente accede verbalmente o levantando las manos o la marcadora, se consideran alcanzados y eliminados de la partida. Por el contrario, si rehúsan o intentan cualquier acción hostil (como girarse para disparar), el jugador que pidió la rendición puede disparar. Sin embargo, mientras espera respuesta este jugador puede ser alcanzado por los disparos de otros jugadores. Ser alcanzado desde tan corta distancia por una bola de pintura puede resultar doloroso, y se considera educado y de buen deportista ofrecer al oponente la oportunidad de rendirse siempre que sea posible en lugar de dispararle innecesariamente desde una distancia muy corta.
En casi todos los torneos no se contempla la rendición, y si un jugador sorprende al oponente con la guardia baja tiene libertad para dispararle. Tácticas tales como el run through, consistente en correr por el campo disparando a tantos contrarios como sea posible, se han desarrollado con el tiempo y son muy importantes. Otro movimiento popular es el bunkering, en el que un jugador carga contra un búnker o barricada tras el que se protege un oponente y le dispara desde arriba o desde los lados.